lunes, 17 de noviembre de 2008

BUENA LECCION

-¡Hola Antonio!
-¡Hola Matías!
-Celebro haberte encontrado.
¿Es verdad que te has casado?
-Sí, me casé hace ocho días.
-¿Es eso posible Antonio?
¡Casado!
Lo que te digo.
-¡Pero hombre! ¡Tú, el enemigo
constante del matrimonio!
-Es verdad, siempre lo fuí;
pero en ciertas ocasiones
se anulan las opiniones,
y eso me ha pasado a mí.
-¿Y con quién?
-Con Salomé.
La mayor de las de Orozco.
-¡Anda!, pues si la conozco.
-¡Ya lo sé!
-Una muchacha preciosa.
Vale mucho esa chiquilla.
-Apasionada, sencilla
noble, franca y candorosa.
Cuando la empecé a tratar
me declaré francamente
con intención solamente,
de reirme y bromear;
Pero, chico.....la ocasión
yo hombre corrido...me ciega
lo virginal...todo llega.
Y hubo una complicación
y para salir del paso hice...
-Si, lo considero.
Lo que todo caballero
debe hacer en igual caso.
Que esto solo es lo decente
cuando es una chica honrada,
sencilla y apasionada,
como en el caso presente.
-No me hables más. ¡Se acabó!
Me tienes avergonzado.
-¿Porqué?
-Por que te has portado
con ella mejor que yo.